viernes, 17 de septiembre de 2010

I am a bird now













ilustration by Alejandra Acosta

Espero con todas mis fuerzas que puedas creer palabra por palabra la historia que ahora te cuento, porque es tan verdad que sangra sombras en la pared de otro, que desdice toda creencia aérea que puedan tener los pilotos de aeroplano y  eso es mucho más de lo que cualquiera es capaz de asimilar de golpe. Todo comenzó una mañana de Agosto, apenas faltaban dos días para mi regreso a casa, dejaría la isla, el hogar donde el abuelo me había enseñado a escuchar a los árboles, a fabricar escondites contra tormentas y donde siempre a la hora de la merienda la abuela nos preparaba un inmenso banquete que nos dejaba medio inconscientes después de paladear las más exquisitos panecillos con mermelada. Había sido un verano perfecto y quería aprovechar al máximo cada instante. Esa mañana el abuelo estaba leyendo sentado en su vieja mecedora un libro repleto de bellas ilustraciones de pájaros. Me quedé muy quieta detrás de él, leyendo sobre su hombro palabras en un idioma extranjero, el abuelo se giró y al ver mis ojos de curiosidad empezó a contarme algo que nunca olvidaré.

 -Todos- me dijo,- tienen una historia, han estado aquí, en esta isla incluso antes que tú y que yo, por eso ahora que los hombre se empeñan en edificar y talar árboles, los pájaros emigran a países nuevos, algunos no llegan a sobrevivir a ese viaje, porque es una mudanza de miles y miles de kilómetros y es aquí donde nosotros debemos recordar. Y para recordar primero tenemos que leer y transmitir palabra por palabra sus historias, es por eso que hoy hemos decidido contarte nuestro secreto. Nosotros somos los guardianes de los pájaros contemplativos, estos pequeños y bellos seres tienen la capacidad de comunicarse con nosotros para que entre ambos logremos el equilibrio y el respeto para y por la naturaleza que nos arropa. En otro tiempo, hace muchos muchos siglos los pájaros ayudaron a los humanos a ganar batallas, transmitiendo mensajes y alertando a pueblos que iban a ser devastados por la guerra, en agradecimiento cierto número de humanos prometieron servir generación tras generación como canal para que ningún pájaro sufriera de forma innecesaria. Con el tiempo los humanos han olvidado, como tantas otras veces y muchas especies han desaparecido de la faz de la tierra, pero no sus historias, sus historias están aquí, en este libro que un día me regaló mi abuelo, que as u vez le fue dado  por su abuelo y así generación tras generación. Ahora yo te enseñaré a leer para que aprendas tu propia historia, aquella que te hará libre, que te permitirá volar tan alto que dejarás de limitarte a la tierra y te crecerán las alas más hemosas : las de la imaginación. 

Desde ese día, comencé a dibujar pájaros, sabiendo que cada imagen era una historia real, cargada de significado. Volví a casa, fui al colegio, dejé pasar la lluvia y esperé el verano para regresar y seguir creciendo en el aire. A los 16 años pude por fin hablar largas e intensas conversaciones con una alondra que aseguró llamarse Marguerite. La tomé  cariño y desde entonces me acompaña allá donde voy, dibujo sin cesar las cosas que me cuenta, pero no todas las enseño, porque hay cosas que deben conservarse en secreto.

10 comentarios:

michelle ma belle dijo...

No me canso de decir que bonitos son tus textos, debes estar cansada de escuchar, pero es verdad...me siento alagada de estar entre aquellos que pueden ler lo que escribes.

Mapi dijo...

es magnifico este relato... me dejas alucinada... Enhorabuena guapa!!
Y las ilustraciones!!una maravilla!!!

UNBESICO

chantal dijo...

me gustan las alas de marguerite...

ladytacones dijo...

Preciosa historia, sentido retrato del abuelo, emociones de lo sencillo visto con una mirada llena de sensibilidad.

Gorgeous Clara dijo...

super chulos los dibujos

tan fiera dijo...

Ou! mi dosis de bonitez antes de ir a la cama esta noche. Sonrío, merci!

Sara Morante dijo...

GRANdiosa Ale...

une femme est une femme dijo...

este post no lo había visto, como siempre me quedo con ganas de más. Y las ilustraciones...sin palabras.

Alejandra Acosta dijo...

Gracias Anna! qué bonito lo que escribiste... me da mucha alegría poder ser parte de tu galería.

Un abrazo grande y muy emplumado :))

Unknown dijo...

Jo...que artista estás hecha en todos los aspectos :)