jueves, 7 de febrero de 2013

Notas a pie de página









Mercedes deBellard

Lo transparente se nos nota en la mirada, deletreamos la piel en la distancia, sin tocarnos apenas, deseando regresar al momento donde ser parte de una realidad será un triunfo que nos permita reencontrarnos.  Nos amamos con la sutilidad de los besos que uno desea dar cuando el otro ya se ha ido, cuando algo falta y hay alguien que necesita formar parte de un regreso. 

No hay solución para una opción como la nuestra, no estamos bien vistos, somos seres de agua dentro de un poema. Dejamos rastro no para que otros nos vean , sino para que el otro recuerde cual es el camino más corto para llegar a casa.


1 comentario:

Beauséant dijo...

a los trasparentes se los recuerda cuando ya es tarde, cierto, pero no como una presencia física, son más un recuerdo, una idea, casi casi un símbolo...