Hay algo que no todos saben, algo tan secreto que ningún naturalista o botánico se atraverá a confesar. Existe una manera de repoblar la naturaleza, de darle a todo ese espacio vegetal la mejor de las semillas. Los escritores capaces de lograr la palabra perfecta hacen posible que en determinadas páginas de sus libros pueda surgir, sin necesidad de maceta, un tímido brote de hibiscus o amaranta, tal vez un comienzo de jazmín o melocotonero. Es entonces cuando el primer teórico bielorruso establece la teoría que años más tarde será conocida por todos como "el regreso a la rama a través de la frase", pero lo cierto es que muchos años antes de todo eso, en un cuarto orientado al norte, un lector se recostó en su butaca dispuesto a leer una vez más su libro preferido cuando extrañado descubre la más importante de las verdades: que la vida, astutamente, había logrado al fin reinventar su origen. Y es que la buena literatura sabe devolver al hombre todo lo que éste le ha arrebatado a la tierra.
martes, 24 de agosto de 2010
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5 comentarios:
q especial es este sitio... tu blog...
Tienes una capacidad impresionante con la palabra escrita.
Siempre salgo de tu blog con el ánimo purificado, limpio.
Que bonito! ojalá realmente mediante la literatura pudiéramos devolver a la tierra lo que ya le hemos robado :_
hasta risa sabe hacer, aunque parezca imposible. a mí me gusta por eso.
(mi gato
malabarista
te deja
cosquillas)
Gracias a millones por el comentario.
p.strange!
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