magic-collage architect Thomas Hiller
La distancia entre nuestras casas siempre tiene que estar delimitada por un perímetro de intimidad, debemos evitar situaciones incomodas y malos entendidos, llevar una vida ejemplar y hacer barbacoas los fines de semana. Siempre debemos prometer al grupo que iremos a pescar los domingos impares y aunque estamos mejor solos nos gusta enseñar los dientes y mostrar nuestras dotes de mando en materia de anzuelos y navegación de orilla. Somos la familia modelo, con la casa adaptada a nuestras necesidades desplegables. Por supuesto nuestras vacaciones son en Europa, para disfrutar de las anécdotas en lugares exóticos y llenos de posibilidades. Viajamos en primera clase aunque tengamos que hipotecar nuestra cabaña del lago. Tenemos que demostrar que nos acordamos de todos y llenar una maleta con souvenirs y postales, hacer fotos y luego regresar para enseñar nuestra mejor sonrisa cerca de los grandes monumentos. Aunque esta vida de plástico y pegamento parece insostenible, está demostrado: es una constante, hay cientos de vecindarios haciendo lo mismo, lo difícil es quedarse en casa a leer o a ver películas de serie negra, escuchar viejos discos y bailar despacio. Lo difícil a fin de cuentas es ser tú mismo y que los demás lo sepan.
(El sonido de la verdad es sutil y frío)
6 comentarios:
Estoy contigo, pero ese vivir para la GALERÍA, cada día más se esta quedando obsoleto y las personas son cada vez más ellas y hacen lo que les apetece, pero como todo cambio es lento, y se aprecía poco.
Un abrazo
Cierto, que aburrido es ese mundo de ahí fuera lleno de vidas clónicas.
Siempre pensando en el qué dirán.
Qué cierto todo.Parece que si no hacemos lo mismo o mejor que los demás no nos sentimos qué? seguros? más felices?
Genial el post!
¡Hermosos detalles! ¡Hermoso trabajo!
Abrazos :)
hago unos descubrimientos por aquí que alucino!
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