illustration by Simon Prades
Me despierto en un lugar que ya no reconozco y sé que las señales han dado comienzo aunque no quiera mirar la sangre al salir de la bañera. El mundo se sostiene por viejas imágenes, casi postales de una ciudad que todavía no hemos visitado. Y ahora sé que tú no vendrás a Japón, que nunca será Viena, ni bailaré despacio para ti en el jardín de nuestra futura casa. Piénsalo, es solo cuestión de dar un paso, de admitir que tenemos entre manos un pequeño asesinato. Saltamos sobre los niños que no vamos a tener y nos reímos alejándonos si cabe un poco más el uno del otro. El comienzo ha durado demasiado años y se ha vuelto oscuro en tus novelas, apenas me dejas leer lo que de verdad importa, te cierras sobre ti mismo y de acuerdo lo admito, ya no lucho, no más morfina, quiero el dolor y saber si de verdad esto es lo único que nos queda después de tantos años. Envejecemos en una ciudad con mar que nos devuelve al mismo punto, tú te quedas quieto, confiado de que todo está bien, de que seguiré cerca...pero si te fijas bien...hace tiempo que ya no estoy...me he ido lejos...