El buscavidas
Robert Rossen
1961
Tenemos un contrato de mutua tristeza y una impenetrable oscuridad nos rodea...
Has nacido para perder y aún así decides
evitar la verdad bajo los golpes. Tu seguridad es una forma de amortiguar el
dolor, algo que crece para ser arrancado, para dejar un hueco donde solo
existirá la cicatriz del hombre más solo del mundo. Ese al que el ansia de
llegar a ser le impide dormir y le hace caminar hacia el rincón más oscuro de
sus propios miedos. Es ahí donde me descubres, inmersa en mi mentira repleta de
pequeños infiernos. Recuerdo que una vez te dije que por mucho que quisiéramos evitarlo hay algo que nos une, que fuerza nuestro abrazo y a la vez nos
distancia. Yo invento para alcanzar la realidad y tú te alejas del mundo para
levantar un mito. Somos dos seres hechos para la noche y el alcohol y es desde
dentro que somos capaces de amarnos, embrutecidos, sin hablar, comos dos
extraños en una habitación tan grande como el mundo.
Pero nuestra historia está hecha para
hacernos comprender cosas distintas, querernos es saber despedirse en silencio,
dejando que nuestros errores hablen a favor de nuestras futuras victorias. Seguir
viviendo es saber ganar, es retirarse a tiempo.
2 comentarios:
a veces se puede amar de una forma un tanto animal y primitiva, sin grandes gestos ni palabras, sólo buscando el roce de un cuerpo o un gruñido de complicidad en medio de la noche..
me gusta la historia que has compuesto con las fotos y, claro, el texto :)
Great movie!
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