miércoles, 7 de agosto de 2013

The Hustler
























El buscavidas
Robert Rossen
1961

Tenemos un contrato de mutua tristeza y una impenetrable oscuridad nos rodea...


Has nacido para perder y aún así decides evitar la verdad bajo los golpes. Tu seguridad es una forma de amortiguar el dolor, algo que crece para ser arrancado, para dejar un hueco donde solo existirá la cicatriz del hombre más solo del mundo. Ese al que el ansia de llegar a ser le impide dormir y le hace caminar hacia el rincón más oscuro de sus propios miedos. Es ahí donde me descubres, inmersa en mi mentira repleta de pequeños infiernos. Recuerdo que una vez te dije que por mucho que quisiéramos evitarlo hay algo que nos une, que fuerza nuestro abrazo y a la vez nos distancia. Yo invento para alcanzar la realidad y tú te alejas del mundo para levantar un mito. Somos dos seres hechos para la noche y el alcohol y es desde dentro que somos capaces de amarnos, embrutecidos, sin hablar, comos dos extraños en una habitación tan grande como el mundo.


Pero nuestra historia está hecha para hacernos comprender cosas distintas, querernos es saber despedirse en silencio, dejando que nuestros errores hablen a favor de nuestras futuras victorias. Seguir viviendo es saber ganar, es retirarse a tiempo. 

2 comentarios:

Beauséant dijo...

a veces se puede amar de una forma un tanto animal y primitiva, sin grandes gestos ni palabras, sólo buscando el roce de un cuerpo o un gruñido de complicidad en medio de la noche..

me gusta la historia que has compuesto con las fotos y, claro, el texto :)

pop c. dijo...

Great movie!