photography by Irene Moray
Partir de un punto y saber que la geografía no se limita al exterior y
las distancias, que tiene mucho o demasiado que ver con la musculatura y la
flexibilidad de nuestros huecos. Saberlo ahora que estoy desnuda me permite
descubrir que las mitologías son ciertas si eres tú la que acaricias tu propia
piel y no los otros. Vuelvo a un lugar anterior, no conocido por cualquiera de los que nos creemos sabios. Es
precisamente aquí donde puedo elegir la tonalidad de los árboles, donde mi
cuerpo se moldea cerca de la tierra y el
atardecer tiene una gama infinita de colores que suenan, que hablan y te
enseñan el eco de tu propio grito. Elevo los brazos, casi alcanzando los restos
de mi voz en el aire, atrapando lo que soy, mirándome desde fuera con ojos de
pájaro, el cielo arriba y yo apoyada en la corteza dejando que su tacto me devuelva
al musgo y mis antepasados. Todos estos años cubierta con
adornos y por fin comprendo que el único camino a la total y absoluta libertad
pasa por regresar a los instintos…
**Este texto ha nacido de una de mis primeras colaboraciones, Irene leyó mi anuncio y me propuso escribir sobre una nueva serie de fotografías que había hecho. Este es el resultado de hilar palabras para otros y que no se queden solo en cuentos sino que acompañen el trabajo de otros creadores. Gracias de nuevo Irene por confiar en mí!
Si a alguno necesitáis a una escritora para vuestro proyecto creativo, podéis mandarme un mail a nogravityinyoureyes@gmail.com y contarme que tenéis en mente. Estaré encantada de colaborar con vosotros! **
8 comentarios:
En un momento me he leído todo tu blog, y la verdad es que, me he quedado sin palabra alguna, sublime.
Me ha encantado el texto y las fotografías.
bellas palabras, bellas imágenes
Me encanta el final del texto, creo que encaja perfectamente con la sensación que transmiten las fotografías :)
Es como si hubieseis creado (así por las buenas) un puzzle precioso y salvajemente genial.
¿Cómo serán las entrañas vistas con los ojos de un pájaro?
pd: ¿cuáles son tus
galletas favoritas?
es para dejártelas
la próxima vez.
La hiedra y el musgo te saludan desde su cueva de hielo y recetas sin extender(se) en presagios de enfermedades nunca antes descubiertas.
es bonito dejar salir esa parte, ¿verdad?
luego recoges la ropa, vuelves a la rutina y al día a día, pero por un instante, joder, por un instante fuiste libre..
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