Mírame bien, mi cuerpo está repleto de constelaciones azules, de movimientos pausados que me permiten englobar el espacio que me separa de los otros. Aprendo a caminar , valorando cada pisada, cada torsión del músculo, mi piel es tan flexible que contiene pequeñas partículas de mundos anteriores a nosotros. Antiguas formas me sostienen, por eso cuando salto no tengo miedo ni vértigo, lo natural es desconocer, estar seguro de que algo bueno te protege, eso pienso ahora. Noto la vida latiendo bajo el musgo de un bosque al que nunca he ido,¿es eso posible? huelo el paso del tiempo y es entonces cuando dejo que las cosas ocurran, cuando al fin noto el equilibrio en mi, ese del que tanto me hablas. Acaricio el aire, despacio, ofreciendo partículas y hueso, regalando mi cuerpo a la música que suena cada vez más fuerte, que me avisa de algo...
¿puedes escuchar mi cuerpo llegando a ti?, salvando distancias y sintaxis....me aproximo para obtener respuestas, pero esta vez la pregunta será un incógnita a resolver por otros. Porque yo estoy dejándome ir hacia dentro, a la espera de que este viaje borre lo aprendido. Y es que quiero olvidarlo todo, para aprender una nueva forma de nombrarnos.
1 comentario:
A menudo me cuesta comprender el por qué de explicar si nuestro cuerpo lo puedes mostrar. Besos.
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